Prensa Ecosocialismo y Aguas (Minea) / Carabobo, 01.06.2016.- Como parte de las acciones enmarcadas en el Quinto Objetivo Histórico del Plan de la Patria 2013-2019, de «contribuir con la preservación de la vida en el planeta y la salvación de la especie humana», se realizó la primera reforestación aérea del año con la dispersión de más de 75 mil semillas de cinco especies forestales.

La Fila La Cumaca de la vertiente sur del Parque Nacional San Esteban, fue el escenario para la dispersión desde el helicóptero del Destacamento de Apoyo Aéreo Nº 2 de la Guardia Nacional Bolivariana, con 25 mil avíos de las especies apamate, araguaney, caoba, carocaro y lluvia de oro, lanzados entre los ríos La Cumaca y Cúpira del municipio San Diego.

La actividad contó con la coordinación del General de Brigada, Ramón Pimentel Avilán, Comandante de Zona Nº 41 de la GNB y la participación del Coronel Elio Malpica, jefe de la Coordinación Estadal de Guardería Ambiental (CEGA) Carabobo; el Teniente Coronel José Castillo Briceño, el jefe del Departamento de Guardería del Ambiente del Comando de Zona para el Orden Interno N° 41 Carabobo y Lucas Fernández, director Estadal del Ministerio del Poder Popular para Ecosocialismo y Aguas (Minea) Carabobo.

Fernández destacó que “estas son zonas prioritarias de recuperación y fueron seleccionadas por la gran afectación producto de los incendios forestales en la temporada seca 2015-2016. Realizamos un primer sobrevuelo de evaluación y detectamos los sectores, en el cual hoy se iniciaría la recuperación de aproximadamente 20 hectáreas del Parque Nacional San Esteban”.

Siete vuelos de dispersión aérea se efectuaron con apoyo del Cuerpo Civil de Guardaparques y Bomberos Forestales del Instituto Nacional de Parques (Inparques) Carabobo, además del Batallón 416 del Grupo de Artillería de Defensa Antiaérea (Gadaa) de la 41 Brigada Blindada del Ejército Bolivariano, en una jornada que culminó con una llovizna que impregnó los avíos lanzados.

Reforestación al voleo o en avíos

Los denominados avíos, son paquetes de aproximadamente 400 gramos, enriquecidos entre 3 semillas pregerminadas, con nutrientes y tierras abonada, que son envueltas en papel periódico para garantizar su crecimiento en áreas de difícil acceso por vía terrestre.

A través de esta técnica, las plantas que germinen tendrán el alimento que está dentro del paquete y se podrán desarrollar en este espacio natural afectado principalmente por los incendios forestales.

Prensa Ecosocialismo y Aguas / Texto y Fotografías Glamyr Lanz

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