Mandatario Nacional: A 3 años del intento frustrado por acabar con la Revolución, seguimos venciendo el odio apátrida

VTV / Caracas, 04/08/2021.- El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, recordó este miércoles, a través de su cuenta en la red social Twitter,  el magnicidio frustrado impulsado por la extrema derecha venezolana hace 3 años, que tenía la intención de acabar con la Revolución.

“A 3 años del intento frustrado por acabar con la Revolución, seguimos venciendo el odio apátrida. Tenemos la fuerza espiritual de nuestra Chinita y la fuerza histórica del pueblo libertador que a diario nos brinda motivos para seguir luchando. ¡No podrán!”, escribió el Jefe de Estado en @NicolasMaduro.

El grave atentado terrorista se registró el 04 de agosto del año 2018, en la avenida Bolívar de Caracas, durante una alocución del Presidente en pleno acto conmemorativo del 81º aniversario de la Guardia Nacional.

Dos drones cargados con explosivos detonaron con la intención de acabar con la vida de las autoridades nacionales allí presentes, pero fracasaron luego de que el mismo pueblo logró la captura de muchos autores intelectuales que participaron en la felonía.

Las confesiones de los implicados señalan al asesino y prófugo dirigente derechista Julio Borges, como el principal autor intelectual, protegido actualmente por el Gobierno de Colombia a cargo de Iván Duque.

Además, se vinculan a funcionarios del Gobierno colombiano en la planificación de actos terroristas, en combinación con los factores de la extrema derecha venezolana, y la participación directa del Gobierno de Juan Manuel Santos, quien para la fecha preparaba su salida del Gobierno ante la elección de Iván Duque.

Se determinó el financiamiento desde Estado Unidos y Colombia. Dos de los presuntos financistas fueron identificados como Rayder Alexander Russo Márquez y del Coronel retirado de la Guardia Nacional, Oswaldo Valentín García Palomo, residentes en Colombia. Otro financista, radicado en EE. UU., responde al nombre de Osman Alexis Delgado Tabosky.

Los dos drones utilizados (M600) fueron comprados en EE. UU. y llevados a Colombia. Sus operadores fueron entrenados en un sector del municipio colombiano de Chinácota. Fueron dotados de explosivos C-4 con alto poder destructivo en una operación que bautizaron como “Yunque-Martillo”.

Uno de los drones explotó fuera de su blanco original, sobre el desfile militar causando heridas a varios cadetes y efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB); y el segundo detonó cerca de un edificio residencial, provocando el incendio de un apartamento sin víctimas fatales. Ambos aparatos lograron ser desviados con mecanismos de defensa de las fuerzas de seguridad venezolana.

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