Ministro Lorca: Para la COP-26 se necesitan resultados concretos en metas ambiciosas de mitigación

Prensa Ecosocialismo (Minec) / Caracas, 18/10/2021.- El ministro del Poder Popular para el Ecosocialismo, Josué Lorca, indicó que para la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2021 (COP26), que se realizará en la ciudad de Glasgow, Escocia, “se necesitan resultados concretos en metas ambiciosas de mitigación”.

El señalamiento lo hizo este lunes en la videoconferencia Reunión Ministerial del Grupo de Países en Desarrollo de Pensamiento similar en Cambio Climático (LMDC), que tuvo como centro de conexión en Venezuela, el salón “Simón Bolívar” del Ministerio de Relaciones Exteriores, en el centro de Caracas.

Asimismo, manifestó que “aspiramos la culminación de los asuntos pendientes para la implementación del Acuerdo de París, pero particularmente expresar la necesidad de fortalecer una narrativa sobre las medidas urgentes que deben asumir los países con responsabilidades históricas en la lucha contra el Cambio Climático, principales responsables de la acumulación de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en la atmósfera.

“Después de dos años de cuarentena, no es nada alentador para la humanidad, recibir como resultado de la COP-26 que los países han fijado una meta al 2050, es lo que en Venezuela referimos como ‘correr la arruga’. No se debe perder de vista el objetivo central, previsto en el Artículo 2° del Acuerdo de París: una meta de temperatura global, una meta de adaptación y una meta de financiamiento climático”’, indicó.

A continuación el texto completo de la intervención del ministro Lorca:

“Excelencias, Ministros, Autoridades de los Países que constituyen el Grupo LMDC en Cambio Climático.

En primero, agradecer a las autoridades Bolivianas, al Señor Ministro de Medio Ambiente y Agua, por la convocatoria de este encuentro Ministerial de Países en Desarrollo de Pensamiento afín en Cambio Climático (LMDC), así como la participación de nuestros distinguidos colegas Ministros, y del apoyo que siempre hemos tenido de la Red del Tercer Mundo (Third World Network), así como en un tiempo de Centro Sur (South Centre), y del por siempre recordado Martin Khor.

Queremos comenzar reconociendo como importante y fundamental el rol que ejerce Bolivia de coordinación y vocero principal por el Grupo LMDC de cara a la COP-26 de Glasgow, a cargo de Jefe de Delegación, Diego Pacheco, esfuerzo que valoramos como altamente positivo y necesario para el trayecto que ha transitado el Grupo desde su creación en el año 2013, cuando se inicia la negociación de lo que concluyó como el Acuerdo de París de la Convención.

Consideramos que el Grupo LMDC tiene aún una función estratégica en el proceso, justo en el contexto previo y durante la pandemia COVID-19, el multilateralismo buscó ajustarse a los medios tecnológicos para poder avanzar en las discusiones globales sobre Cambio Climático, sin embargo, constatamos que la brecha de participación era totalmente desfavorable para los países en desarrollo. Señores Ministros, aunado a ello, fuimos testigos de la configuración de una diplomacia “selectiva” para las consultas sobre los temas de fundamental importancia para nuestros países, se decidía “selectivamente” que países debían ser o no consultados, entonces además de las restricciones de la pandemia se implementó una modalidad de apartheid diplomático de cambio climático (Cartel de Lima primero, luego el reconocimiento de Gobierno interino inconstitucional). Por ello el primer riesgo que debemos advertir de cara a la COP-26 es la vulneración de las normas básicas del multilateralismo, como es el principio de igualdad entre los Estados, y que sea la Convención Marco de las Naciones Unidas la plataforma para una respuesta multilateral al Cambio Climático.

Otra potencial amenaza que debemos resaltar, tanto para el multilateralismo como en el contexto de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, es la falsa moral y la inconsistencia discursiva sobre Cambio Climático en países que han sido parte, directa o indirectamente, de la aplicación ilegal y discrecional de Medidas Coercitivas Unilaterales (MCU). Venezuela quiere agradecer el continuo apoyo de los países del Grupo LMDC en denunciar este asunto, y pedir no bajar la guardia sobre este ilícito que claramente afecta la implementación del Acuerdo de París, y nos coloca en una condición de vulnerabilidad ante la crisis climática, al afectar severamente las capacidades de respuesta y de acción climática. Esta solidaridad es fundamental, ya que como Grupo hemos expresado que nuestros  países  están  totalmente  comprometidos  con  la implementación de sus Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC), y las Medidas Coercitivas Unilaterales (MCU) afectan las capacidades nacionales. Venezuela se ha visto en la necesidad y obligación de revisar y ajustar la NDC en el contexto de las Medidas Coercitivas Unilaterales.

En atención a las expectativas de la COP-26, aspiramos la culminación de los asuntos pendientes para la implementación del Acuerdo de París, pero particularmente expresar la necesidad de fortalecer una narrativa sobre las medidas urgentes que deben asumir los países con responsabilidades históricas en la lucha contra el Cambio Climático, principales responsables de la acumulación de emisiones de GEI (Gases de Efecto Invernadero) en la atmósfera. Después de dos años de cuarentena, no es nada alentador para la humanidad, recibir como resultado de la COP-26 que los países han fijado una meta al 2050, es lo que en Venezuela referimos como «correr la arruga». No se debe perder de vista el objetivo central, previsto en el Artículo 2° del Acuerdo de París: una meta de temperatura global, una meta de adaptación y una meta de financiamiento climático.

En este sentido, preocupa sobremanera un uso confuso y tendencioso de la narrativa de Cambio Climático de cara a la COP-26 distinta a los objetivos del Acuerdo de París, tales como la referida a la «neutralidad de carbono», «descarbonización», entre otras. Para Venezuela estas son acciones nacionalmente determinadas, no una meta colectiva.

Para Venezuela la lucha contra el Cambio Climático viene adquiriendo unas dimensiones de preocupación mayor al asociarse con el tema de la energía, del modelo de desarrollo y el derecho al uso soberano de los recursos naturales. Las discusiones climáticas claramente evidencian el enfrentamiento entre los modelos económicos y las visiones del mundo, en la cual los países desarrollados persiguen perpetuar los esquemas hegemónicos que los favorecen, fortaleciendo los patrones de consumo, producción, control, dominación y mercados que les enriquecen. Por otro lado, los países en desarrollo exigen el derecho a erradicar la pobreza y elegir sus propias formas de desarrollo sin sufrir las consecuencias y cargar el lastre generado por los niveles de consumo insostenibles de los países llamados desarrollados. Ello en el contexto de una reconfiguración de un orden mundial anti jurídico, de proteccionismos, y medidas unilaterales.

Para la COP-26, se necesitan resultados concretos en metas ambiciosas de mitigación por parte de los países con responsabilidades históricas, compromisos creíbles sobre la aportación del financiamiento climático, apoyo incremental para las metas de adaptación en los países en desarrollo, financiamiento para las pérdidas y daños irreparables.

La agenda es extensa y compleja, pero queremos aportar esta visión sobre estos elementos para contribuir con el debate del grupo.

«Muchas gracias por la oportunidad».

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